Jorge Colombo El motín del bicentenario
Jorge Colombo
El motín del bicentenario
Curioso, tomó una lupa. Se acercó luego a la imagen hasta dar con la cerradura de las macizas puertas.
Espió a través de ella. Vio pasar a personajes que discutían, a veces enardecidos, otras en conciliábulos secretos. Sus vestimentas eran muy distintas, de otros tiempos. Lo invadieron aromas a humedad y tierra mojada que se filtraban por la cerradura. Creyó oír tiros, juramentos y maldiciones. Luego algarabía.
Cuando se retiró, sus ojos —muy abiertos— aún parecían guardar un soplo de furia y alegría.
Regresó al día siguiente.
—Fue vendido —le contestaron.
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