sábado, agosto 09, 2014

Jorge Colombo El motín del bicentenario


Jorge Colombo 

El motín del bicentenario



Entró a la casa del viejo fotógrafo, ubicada en una cortada del barrio de San Pedro Telmo. De un vistazo, ubicó un daguerrotipo original donde el antiguo Cabildo parecía vanagloriarse de esconder secretas historias.
Curioso, tomó una lupa. Se acercó luego a la imagen hasta dar con la cerradura de las macizas puertas.
Espió a través de ella. Vio pasar a personajes que discutían, a veces enardecidos, otras en conciliábulos secretos. Sus vestimentas eran muy distintas, de otros tiempos. Lo invadieron aromas a humedad y tierra mojada que se filtraban por la cerradura. Creyó oír tiros, juramentos y maldiciones. Luego algarabía.
Cuando se retiró, sus ojos —muy abiertos— aún parecían guardar un soplo de furia y alegría.
Regresó al día siguiente.
—Fue vendido —le contestaron.