Eduardo Mallea
Sobre el hablar sin ideas
“Cada cual intentó decir lo que necesitaba
proclamar. (...) De pronto, los temas adquirieron verticalidad: eran estables y
firmes, alzándose como plantas. El énfasis, la vanidad, el egoísmo; la
infatuación, la furia, la envidia, la emoción, las ideas, las cosas, el mundo
desparramaron sobre la mesa sus violentos apetitos”.
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