jueves, julio 05, 2012

AUDINA Por Martín Sosa Cameron


AUDINA 

Por Martín Sosa Cameron



 
A ella cedo sin resistencia por la maravillosa facultad que posee de atrapar la música con sus manos; basta que frote suavemente las yemas de los dedos cerca de mis oídos para que surjan sonidos con nitidez y dulzura, al ritmo de graciosos movimientos. Cuando la acaricio, brotan cantos de su cuerpo desnudo, cantos antiquísimos y nobles como el mismo río a cuyas orillas nació, cerca de Antalya.